miércoles, 3 de febrero de 2010

Infidelidad: Las cosas pasan por una razón

Partiendo de la base de que cuando se ama no se hace daño, todos sabemos que somos humanos y no existe nadie perfecto, pero siempre las cosas pasan por una razón. No pretendo en ningún momento que alguien piense que creo que se debe perdonar a la persona que amas después de una infidelidad, sólo quiero con estas palabras que analices muy bien la situación y en frío. Insisto en esto pues una decisión apresurada puede acabar con tu felicidad para siempre.

Para que puedas comprender qué paso, en qué fallo tu relación, qué le faltaba, qué le sobraba. Sí, así como suena, muchas veces pasamos por la vida con exceso de confianza, o por ingenuos, y creer que todo esta bien y no nos damos cuenta de que algo ocurre, algo no esta bien, seguramente cuando existe esta doble vida o infidelidad.

Si tu pareja es una persona honesta que nunca te ha fallado, que ha dado demostraciones de cariño, de amor, de estima, que te hace el amor muy bien, que existe química entre los dos, que tienes una familia, que acepta los comentarios de tu madre, y a tu hermana la pesada con comentarios inapropiados, que va a las reuniones de tus tías, o a visitarlas si se enferman, que trabaja mucho, que quiere salir adelante, que le preocupa que descanses o busca el momento de estar de vacaciones con su familia, o los dos solos, pues le pide a su madre que cuide de los niños un fin de semana mientras ustedes se van de escapada, que respeta tu trabajo y te escucha con atención cuando tuviste un mal día en el trabajo, que compartes muchas cosas en común y otras que has sabido llegar a tolerar pues te ama y quiere complacerte, si descubres alguna infidelidad, cuenta hasta 100 y trata de entender qué paso.

Si quieres llegar y afrontar tu problema con inteligencia ante tantas emociones, esto nunca lo comentes con personas allegadas ni a ti ni a él, eso quiere decir que ni a tu madre, padre, hermanos, hermanas, cuñadas, suegras, aunque se te queme la piel de ganas de desenmascararle, que todo el mundo sepa lo mala que puede ser esta persona. Este es el primer error y más común que se comete. Porque partiendo del hecho que no lo vas a perdonar, pues es una persona ruin, egoísta, que siempre repite la misma historia, debes tomar una decisión en solitario y luego que lo hables con tu pareja y entiendas que es definitivo y más si hay hijos de por medio, informar a los más allegados y expresar que por mutuo acuerdo se termina la relación por el bien de los dos. Aquí tendrías la excusa perfecta, y comenzarías una nueva vida.

Si por el contrario quieres arreglar las cosas, pues fue un error, un momento de locura, una debilidad de tu pareja, una cana al aire, un desliz, analiza en qué fallaron y aunque te suene extraño, si tiene que ver con los dos, con la pareja, y créeme, soy la más defensora en esta cuestión de nosotras, las mujeres, pues descuidamos nuestra parte de mujer, por los niños, la casa, nuestro trabajo, por tratar de ser buena hija, pendiente de nuestros padres, y hasta de algún tío enfermo, y nuestra relación de pareja recibe día a día un luego y un después. Crees que porque lo ves todo los días, y hablas de cualquiera trivialidad, y le preguntes como estuvo su día ha sido suficiente, pero créeme, nunca es suficiente.

Con tranquilidad, tratando de ser muy objetiva, hay momentos en que se pierde la emoción, la pasión, las ganas de verle, de decirle cosas atrevidas al oído, de conquistarle, pues debes acostar a los niños, hablar con tu madre, revisar los deberes, arreglar lo del día de mañana, para el colegio, además de estar arreglada, y bella para ir a tu trabajo Te diluyes en el día a día, te vas haciendo distante de esa persona tan importante en tu vida.

A la otra persona le pasa lo mismo: el trabajo, los amigos, el partido, la cena de amigos, es su naturaleza, su trabajo, siempre existe alguien al acecho.

Por todo esto las decisiones deben tomarse en calma y no obstante con la cabeza bien centrada.

Quiero que se entienda que existen seres tan mezquinos en la faz de la tierra que definitivamente no se merecen un perdón, pues perdonarlos sería no quererte ni tenerte amor propio, y cuando se llega a ese nivel no existe tregua, ni descanso hasta que te deshagas de esa persona que te hace daño constantemente, y que por supuesto no te quiere.

Si esta persona al contrario en una buena persona que cometió el peor error de su vida y esta arrepentido y no quiere perderte, viene una parte importante: medir y hacer control de los daños, y decir la verdad tanto de su parte como de la tuya, y lo que aún es más difícil, el perdón.

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